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Reservistas voluntarios: 3000 civiles preparados para entrar en acción

Vocación militar

Reservistas voluntarios: 3000 civiles preparados para entrar en acción

Manuel Benito, de 54 años, es químico y, como civil, trabaja en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). Cuando se activa como reservista voluntario es teniente de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Cerca de tres mil personas en España son reservistas voluntarios de las fuerzas armadas. Llevan una doble vida, entre el ámbito civil y el militar, y formarían la segunda línea activada en caso de conflicto bélico. Una tarea de lo más relevante, pero ¿qué sabemos de ellos?

Viernes, 09 de Mayo 2025, 11:13h

Tiempo de lectura: 14 min

España entra en guerra. ¿Iría usted voluntariamente a combatir? La respuesta, para más de la mitad de los españoles, es «no». Eso revela, al menos, una reciente encuesta de Gallup. La defensa y la seguridad nacional, de hecho, ni siquiera figuran entre las cuatro primeras preocupaciones ciudadanas en nuestro país, indica el último Eurobarómetro. La cuestión entonces es: además de los cerca de 120.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, ¿quién más estaría dispuesto a luchar?

España, un país con 48 millones de habitantes, es uno de los 32 miembros de la OTAN donde menos civiles pueden ser activados de inmediato en caso de guerra. Las Fuerzas Armadas cuentan con apenas 10.700 reservistas. La mayoría son exmilitares mayores de 45 años que, tras dejar el servicio, acceden a seguir estando disponibles. El resto, cerca de 3000 personas –51 años es su media de edad–, son los llamados 'reservistas voluntarios', civiles que, tras recibir una instrucción breve y muy básica, son 'activados' de forma temporal, desde unas pocas semanas a un máximo de cinco meses y medio al año, en unidades militares.

Alférez Silvia Gordillo, 50 años| Socióloga

«Cuando nos 'activamos', somos militares a todos los efectos»

«Intenté entrar al Ejército de joven, pero me descartaron por usar gafas. Como arquitecta, trabajé en una constructora y, en 2009, supe de la reserva voluntaria. Tampoco me cogieron. Cambié de sector, estudié Sociología y conseguí por fin ser reservista. Ahora trabajo en recursos humanos y en el Ejército realizo tareas administrativas. Aunque sea reservista, sé que ante un conflicto no iría directa a... Leer más

Chapistas, mecánicos, administrativos, especialistas en recursos humanos, químicos, técnicos en telecomunicaciones, médicos, periodistas, logistas... son algunas de las profesiones que estas personas ejercen –oficiales y suboficiales hasta los 57 años; 54 en el caso de tropa y marinería– al servicio de las Fuerzas Armadas. «A diferencia de otros países, en España, la reserva de voluntarios es una suerte de empresa de trabajo temporal para cubrir puestos del día a día –explica el sargento Santiago Carrasco, presidente durante ocho años de ARES, la asociación de reservistas voluntarios mayoritaria en España, con 650 miembros–. Para el Ministerio de Defensa no existe el concepto estratégico de Fuerzas de Reserva. Es decir, miles de reservistas a los que mantengo entrenados y con capacidad operativa para ser movilizados en caso de necesidad».

Soldado Roberto Soto, 49 años | Chapista y pintor

«Uso mis vacaciones para 'activarme' como reservista»

«Yo no pude hacer la ‘mili’ por mi padre. Dijo en reclutamiento que tenía un soplo en el corazón y me descartaron. Di por hecho que, a pesar de mi pasión por lo militar, jamás podría ir al Ejército. Me puse a trabajar en Iveco y, en 2008, me hablaron de la reserva voluntaria, y entré como chapista y pintor en la Academia de... Leer más

La amenaza rusa y las erráticas políticas de Donald Trump han reanimado el debate sobre la necesidad de reformar una herramienta considerada estratégica en los grandes ejércitos del mundo, incluidos nuestros principales socios atlánticos. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con más de medio millón de reservistas, que reciben instrucción un mínimo de 39 días al año; Francia tiene 45.000; Alemania, 35.000; Reino Unido, 30.000... Contingentes todos ellos que siguen en aumento. Incluso la neutral Suiza, con un ejército con 200.000 efectivos, mantiene operativos a otros 80.000 reservistas.

En países como Alemania, Reino Unido o Francia, los reservistas son parte fundamental en la defensa. En España, su número se reduce cada año

Muy lejos de estas cifras, las Fuerzas Armadas españolas, además, llevan años perdiendo integrantes. En nuestro país, de hecho, el número de militares por habitante está muy por debajo de la media de la OTAN. Décimo ejército de la Alianza por número de efectivos, para ponerse a la altura de sus socios necesitaría sumar 60.000 soldados más.

Lejos de subir, la cifra de reservistas también se reduce cada año. Más de dos décadas después de la primera convocatoria de plazas, el número de estos voluntarios ha bajado por primera vez de los 3000. Llegaron a ser 5493 hace quince años, cuando se lanzaban convocatorias para cubrir 1500 puestos. Con la crisis de 2008, sin embargo, se redujeron de sopetón y, desde entonces, ningún año han superado las 300 plazas. Efecto colateral de esta reducción –se producen más bajas que plazas nuevas– es el aumento considerable de la edad media del reservista: de 44 años en 2011 a los 51 actuales. Y creciendo.

Capitán Eduardo Escudero, 59 años| Técnico de telecomunicaciones de la UME

«Tengo suerte porque estoy en una unidad operativa»

«Soy reservista desde 2008. Entendía que las Fuerzas Armadas necesitan una reserva para casos de crisis y decidí estar disponible. El modelo español es apenas un sistema para cubrir carencias, pero me gusta lo que hago. Soy físico, pero trabajo en Telecomunicaciones  y, cuando me ‘activo’, sirvo en un regimiento de transmisiones. He hecho maniobras con unidades terrestres acorazadas y conjuntas con la... Leer más

La situación no tiene visos de cambiar. «España es un país sin tradición en el ámbito del reservismo voluntario –señala el expresidente de ARES–. Hasta la suspensión de la 'mili', en 2001, todos los que habían hecho el servicio militar eran reservistas (hasta dos millones llegaron a sumar). Con la llegada del Ejército profesional, como la OTAN obligaba a mantener una fuerza de reserva, se creó el 'apaño' actual».

Todos los reservistas voluntarios entrevistados para este reportaje exhiben con orgullo su pertenencia a la milicia. En mayor o menor medida, sin embargo, lamentan el escaso desarrollo del reservismo en nuestro país. El capitán David Pandelet es secretario de la Federación de Organizaciones de Reservistas de España (FORE) y, cada vez que se 'activa', ejerce como analista económico en el Cuartel de Despliegue Rápido de la OTAN, con sede en la localidad valenciana de Bétera, donde convive con militares de otros países. «En la Alianza conviven dos modelos con características propias: el anglosajón, con unidades específicas de reservistas, y el continental, donde se integran en las unidades ya existentes», señala. 

Alférez José Ramón Oliva, 42 años | Médico

«A los reservistas apenas nos envían de misión al extranjero»

«El Ejército es algo que me interesaba desde el instituto, cuando leía la Revista Española de Defensa. Quería hacer el servicio militar, pero fue suspendido antes de terminar la carrera. Desde que entré aquí, no he parado porque para médicos hay activaciones en la Armada, Tierra y Aire. He servido en la Escuela Militar de Montaña; en la UME y con la Legión. El... Leer más

Por esta última opción se inclinó España en 2003, cuando lanzó la primera convocatoria de plazas para reservistas voluntarios. «En Europa hay varios países con un modelo similar al nuestro –abunda Pandelet–, pero ellos lo han desarrollado mucho y tienen más efectivos disponibles. Sería deseable que esto se potenciara también en nuestro país».

Los reservistas quieren que se simplifiquen los procesos de selección y activación y que se mejoren el adiestramiento y la formación militar

De momento, no parece que vaya a ser el caso. Las asociaciones, que llevan años subrayando la necesidad de avanzar hacia un modelo más operativo, plantean una larga lista de mejoras que siempre han caído en saco roto. Idéntico destino al que corrió una petición de XLSemanal al Ministerio de Defensa para participar en este reportaje. De hecho, ni siquiera existe un área específica para asuntos de la reserva militar, como demandan las asociaciones.

Teniente Manuel Benito, 54 años| Químico

«Estar en la UME es un privilegio, por el contacto con la gente»

Solicitan, además, que se simplifiquen los procesos de selección y activación, un «aumento radical de la calidad del adiestramiento y la formación militar», en palabras del capitán Pandelet; así como incentivos a los empresarios para facilitar la coordinación de la vida civil de los reservistas con sus obligaciones militares.

Este último punto es, de hecho, un factor capital a la hora de convertirse en reservista. Quienes trabajan en empresas privadas se 'activan' normalmente en sus periodos vacacionales. También lo hacen muchos funcionarios, aunque estos suelen contar con más facilidades y una mayor protección de sus puestos de trabajo.

Sargento reservista Jorge Sambade (62)

Sargento Jorge Sambade 62 años| Logista

«Ser reservista requiere una vocación a prueba de bombas»

Tanto mi abuelo como mi padre fueron oficiales de caballería y siempre tuve el vínculo castrense en casa. De joven, fui voluntario al Ejército y, tras servir casi seis años, llegué a cabo primero, el límite entonces sin pasar por la Academia. Me dediqué como civil a la seguridad y la logística y, con 43 años, me hice reservista voluntario. Hoy soy jefe de... Leer más

«En otros ejércitos, como el de Reino Unido –señala Santiago Carrasco–, existen organismos oficiales que negocian con las empresas y ofrecen ventajas de tipo fiscal o prioridad en contratos públicos para promocionar la activación de los reservistas voluntarios. La cuestión es que participar en la defensa de tu país no se convierta en algo que perturbe tu vida laboral». Aunque la diferencia principal con otros países, subraya el expresidente de ARES y suscriben todos los reservistas que participan en este reportaje, es la existencia de una «cultura de defensa» compartida por toda la sociedad, algo que en España está, hoy por hoy, muy lejos de ser una realidad.