Tomás Domínguez Pelayo

Cigales, 8 de diciembre de 2023

Tomás Domínguez Pelayo
Concejal de Boecillo

El servicio a los demás como vocación

ENRIQUE ESPINEL

El primero de junio de 1962, hace tan solo 61 años, nació en Toro el amigo Tomás. Hoy 8 de diciembre, día de la Inmaculada, ha fallecido en Valladolid. Parafraseando a Leopoldo Alas Clarín podríamos decir que le nacieron en Zamora, pero es vallisoletano. O de Boecillo para más señas. Aquí llegó con tan solo 6 añitos y aquí ha dedicado toda su vida al servicio de los demás. Caja España, el sector del transporte y el Colegio Farmacéutico saben mucho de su bien hacer profesional. Tomás estaba pluriempleado. Tenía un segundo o primer oficio que era dedicar horas y horas al servicio
a los demás. Ya con un cáncer diagnosticado trabajó las 24 horas del día durante la pandemia para atender a los más necesitados. Parece increíble, pero junto con Reine y Carlos de la Fuente distribuyeron en aquellos días nada más y nada menos que 100.000 comidas a colectivos en exclusión social, grupos marginados, conventos de religiosas e incluso, y no sin evidente riesgo de contagio, a los sin techos
que estaban recogidos en el Seminario de Valladolid. Valladolid se le quedó pequeño. Su generosidad no tenía límites ni fronteras. Varios países de África saben de su labor benefactora por los envíos humanitarios que realizaba a través de las monjas de Astudillo, los religiosos de San Agustín o la Asociación de ayuda a Gambia. El amigo Tomás se retroalimentaba de este espíritu solidario en sus frecuentes contactos con la Asociación ULVIMESA a la que perteneció durante muchos años. En esta fría mañana de diciembre, un poco más fría por la muerte de Tomás, hemos saludado en el tanatorio a María Jesús su esposa, su ‘alter ego’, y a sus hijos, Tomás, Sara, Nazaret y Rebeca. Textualmente les hemos dicho: no venimos a daros el pésame, sino a felicitaros por haber tenido un marido y un padre tan excepcional y único. Qué gran suerte poder convivir con una persona así. Particularmente, en Boecillo saben mucho de su bien hacer. Su entrega generosa a las labores en su concejalía. Tomás Domínguez no escatimaba horas ni sacrificios porque para él la política era simple y sencillamente servicio a los demás. Alguien en el Facebook del Ayuntamiento ha lanzado estos días la idea de que se le dedique una calle con su nombre. Me adhiero a esta sugerencia. Yo diría exigencia. Se lo merece. Ojalá en breve podamos reunirnos con todos los vecinos del pueblo para inaugurar ‘su calle’.
Amigo Tomás, te has ido, pero tu sombra es larga, muy larga. Nos acompañará toda la vida.Descansa en paz querido y admirado amigo.